La formación especializada, con vocación internacional y el conocimiento de idiomas, claves para el éxito en la abogacía.
La crisis económica que estalló a finales de 2007 ha afectado a todos los sectores, también a los de la formación y la abogacía. El sector jurídico se ha visto obligado a reinventarse y adaptarse a los cambios que, con la sociedad, ha sufrido el conjunto de necesidades de asesoría de particulares y empresas con la crisis. Así, tal y como explica uno de los directores de Cuatrecasas a Libre Mercado, los despachos de abogados han adaptado sus áreas de especialización a medida que lo hacían las necesidades de sus clientes.
En el plano de la formación ha pasado algo similar. Cada vez son más los despachos que abren oficinas fuera de España. Es más, en 2013 el 25% de los profesionales señalaba que la apertura de oficinas en el extranjero se había convertido en la principal solución para consolidar el crecimiento del negocio jurídico. Por este motivo, para afrontar el nuevo escenario tanto los despachos de abogados como las secciones legales de las grandes empresas han apostado por la contratación de nuevos abogados junior con gran formación internacional, conocimiento de idiomas y especialización en áreas del derecho compatibles con la expansión de la actividad en el extranjero.