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José Antonio Alcalde Santos, Antiguo Alumno ISDE, logra el tercer premio Economist

2 abril, 2009

El Grupo de Abogados Jóvenes del Colegio de Abogados de Barcelona entrega los premios Economist & Jurist

El pasado viernes 6 de julio el Grupo de Abogados Jóvenes del Ilustre Colegio de Abogados de Barcelona entregó los Premios Economist & Jurist a los mejores artículos jurídicos.

El primer premio fue declarado desierto por el Jurado.
El Grupo de Abogados Jóvenes del Colegio de Abogados de Barcelona entrega los premios Economist & Jurist

El pasado viernes 6 de julio el Grupo de Abogados Jóvenes del Ilustre Colegio de Abogados de Barcelona entregó los Premios Economist & Jurist a los mejores artículos jurídicos.

El primer premio fue declarado desierto por el Jurado.

El segundo premio, que consistía en un lote de productos de la Editorial Difusión Juridica valorado en 750 euros, lo ganó el Sr. Carlos Rivadulla, abogado de Clifford Chance, con el artículo «Un crimen en defensa propia» que trata de los límites de la legítima defensa en relación a los cambios sociales y culturales.

El tercer premio se concedió al Sr. José Antonio Alcalde Santos, Master en Abogacía Internacional, por el estudio «La interpretación jurisprudencial del artículo 400 de la Ley de enjuiciamiento civil», que trata del efecto de cosa juzgada en su vertiente formal y material.

Los premios fueron entregados por la Directora de Publicaciones del Grupo Difusión.

En ese mismo acto se concedían los premios Naranja y Limon a distintos magistrados.

Especialmente ácida e ingeniosa estuvo la ganadora de uno de los Premios Limón, Dª Maria Ascensión Oiza Casado, Magistrada del Juzgado nº51 de Familia que no pudo estar presente en el acto y mandó un comunicado. Según su escrito, lamentaba profundamente no poder recoger personalmente el premio concedido y por el que tantos esfuerzos había realizado a lo largo del año para conseguirlo. Como no hay dos sin tres, ella espera que el año que viene la vuelvan a premiar con el premio a la acidez y poder cumplir así un trienio, este ya dotado económicamente. Comentó la magistrada que mientras se hacía la entrega de premios, ella se bebería un gin-tonic, con limón bien acido para así no perder comba ni un momento para la consecución de sus fines para el año que viene.

Sin duda este acto permitió que abogados, jueces y miembros de oficinas judiciales compartieran experiencias y se «vieran las caras» en un ambiente festivo y distendido.

 
 
 
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